Comer es una necesidad vital y un placer. Así que no parece una mala idea aprovechar esto para convertir nuestra dieta en la mejor aliada de nuestra salud, especialmente en la prevención de enfermedades cardiovaculares.
Seguro que has escuchado a muchos expertos, nutricionistas, médicos y enfermeros lo importante que es tener una alimentación rica en verduras, frutas, legumbres y pescado. Y lo importante que es seguir una dieta mediterránea, más parecida a la de nuestros abuelos que a la de los restaurantes de comida rápida.
Repasando algunos números de la Revista Corazón y Salud me he topado con algunas curiosidades recogidas por esos grandes aliados de los médicos: los profesionales de la enfermería.
- Ajo: su fama saludable es milenaria. Es uno de los medicamentos más poderosos de la naturaleza: antibiótico, aumenta las defensas... Y encima ayuda a regular la tensión arterial, favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, reduce el riesgo de formación de coágulos y favorece la reducción del colesterol y los triglicéridos. Buena parte de estas propiedades se deben a la alicina, un componente de gran efecto antioxidante, así como a las vitaminas C y B6, selenio y manganeso.
- Jamón: "La quercitina del jamón ibérico es tan buena como el aceite de oliva o el vino", nos dicen en Corazón y Salud. Es un antioxidante que el cerdo incorpora a su estructura muscular al comer bellotas. El jamón puede disminuir la presión arterial. Jamón, aceite y vino, sí, pero sin pasarse.
- Plátano: son ricos en vitaminas del grupo B, magnesio y serotonina, por lo que ayudan a frenar la arterioesclerosis. Sus fibras vegetales disminuyen los niveles de colesterol.
- Dátiles: son ricos en azúcar, minerales, fibra y tienen efectos antioxidantes. Sus grasas son cardiosaludables (omega-3, omega-6 y ácido oléico). ¡Pero los diabéticos no deben tomarlos!
- Limón: tiene mucha vitamina C, un antioxidante que contribuye a mejorar la salud arterial.
- Manzana: Este artículo de El Mundo recoge uno de los estudios sobre las propiedades beneficiosas de la manzana. Contiene pectina y polifenoles, que reducen las moléculas inflamatorias relacionadas con el riesgo cardíaco.
Última actualización del artículo: 26/08/2013
