Estamos en una entidad bancaria cualquiera a principios o finales de mes. Como siempre, la cola es larga y lenta. De repente, una mujer se siente aturdida y mareada. No se cae de bruces al suelo porque alguien le auxilia. Ahora nos vamos a una oficina de empleo. Otra cola, larga y lenta. El desmayo le toca esta vez a un hombre que llevaba un buen rato aguardando para resolver sus asuntos. ¿Qué está pasando?
No es una epidemia, un efecto más de la crisis ni parte del guión de la próxima teleserie de éxito. Se trata del síncope vasovagal, una de las maneras en la que los médicos llamamos a lo que el resto denomina lipotimia o desmayo (no es exactamente lo mismo, pero no nos vamos a detener en eso ahora).
Curiosamente, este tipo de síncope es habitual entre las personas que están mucho tiempo de pie y paradas, o sea, haciendo cola. El síncope vasovagal se debe a una dificultad puntual para que la sangre llegue a nuestro cerebro y no significa que suframos una enfermedad cardiovascular necesariamente. Sí debemos consultar a un especialista si se repite con frecuencia.
Más abajo os dejo un vídeo muy didáctico sobre cómo ayudar a una persona que se desmaya y recupera la consciencia a los pocos segundos (si no recupera la consciencia, habrá que hacer RCP). Pero primero os voy a dejar una serie de recomendaciones sencillas dirigidas a quienes sufren o pueden sufrir este tipo de situaciones (más del 20% de las personas lo experimentamos alguna vez, según Webdelcorazon.com).
Medidas higiénico dietéticas para pacientes con síncope vasovagal:
Y ahora, consejos para ayudar a una persona que se desmaya:
Última actualización del artículo: 27/09/2013